Me llamo María del Mar Campaner, soy de Mallorca y tengo 35 años. Estoy casada y tengo una hija preciosa de cinco años a la que admiro muchísimo. Además, soy la madrina de Paula.
Trabajo de auxiliar de enfermería. Tengo suerte de trabajar en el mundo de la sanidad porque cuando me marcho a casa lo hago tranquila y en paz por haber ayudado a la gente.
Me consideraba una persona fuerte, pero cuando la vida te da un golpe tan y tan fuerte que no sabes ni cómo ni cuándo te recompondrás o si podrás seguir adelante gestionando esa pérdida que nadie te puede enseñar cómo llevar ese dolor aprendes a vivir con ello y poner buena cara aunque por dentro estés rota de dolor.
La vida no pide permiso, por eso hay que vivir el momento porque ningún día es exacto al otro aunque quieras recrearlo.