Autor

Mucha gente me pregunta por qué me gusta escribir. La respuesta es muy sencilla. Cuando escribo pertenezco a un mundo muy diferente a este. Me olvido de las alegrías, de las penas, del futuro.  Simplemente disfruto de la escritura. De vivir la experiencia de imaginar algo y poder trasladarlo a un papel o a un libro. Llevarlo a un sitio donde la gente puede imaginar los mundos que yo imagino. Es algo muy parecido a lo que siente la protagonista de este libro cuando toca el piano. Yara, cuando practica en su piano, se olvida del mundo, del dolor que a veces nos rodea. Ella tiene mucho de mí. Quizá por eso me ha resultado más o menos sencillo escribir este libro. El piano, el romanticismo y el sentimiento por las personas cercanas es algo que las dos compartimos.

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