Perdóneme el sufrido lector por mantener la irrelevante vida de este autor en el anonimato. Lo poco que tuve que decir está en unas pocas páginas.
Como dijo Don Baltasar Gracián; “nace bárbaro el hombre; redímese de bestia, cultivándose.”
Esa idea me persigue, tenaz, pero yo ando más ligero.