Héctor A. López Olivera

Nacido en La Habana en 1983, comenzó a recetar soluciones para la amargura desde que sus manos lograron empuñar un lápiz y en su hogar pensaron que sería doctor. Luego de un tiempo, su madre notó que no escribía diagnósticos clínicos, sino que proponía soluciones para solventar el deterioro de su familia, la cual no sufría más que de aburrimiento. A todos les dio igual, ¡psicólogo entonces! Entre ensayos de terror, sátiras y un centenar de elegías que escribió para una de sus tías y sus amores imposibles, así, sin darse cuenta, emprendió su camino como escritor.