¿Cómo hablar de un Cuba sin caer en la política? Pues bien, intentaremos rebasarlo.
E.L. White Jr es un nacionalizado finlandés de origen cubano nacido en 1968. De profesión técnico medio en mantenimiento eléctrico y que posteriormente estudió chef de cocina. Anecdótico estudioso del comportamiento humano que, inspirado por su padre, un hombre muy inteligente y fanático de la lectura, ante el temor de ver a su hijo padecer los principios de una úlcera gástrica evidente, motivada por la hambruna de esos años, comenzó por entregarle el libro de literatura clásica La Ilíada, de Homero, para que en medio de las duras circunstancias que tenía que afrontar, lo leyera, y sutilmente acercándose a su oído, le convidó a que luego de leerlo se lo comiera en bolitas de papel, acompañándolo con sal y abundante agua, pues sin duda esto le protegería las paredes del estómago y evitaría que la úlcera se desarrollará en los próximos meses.
Al principio, me parecieron un poco exageradas estas palabras y las asumí en un contexto melancólico y melodramático. Pero en unos pocos días valorando la situación comprendí que las palabras de mi padre estaban muy lejos de ser una broma. Así nació mi profundo interés por la lectura de los grandes clásicos y una pasión insaciable por escribir mi propia obra. Al poco tiempo mi pasión se vio recompensada cuando escribí mi primer libro de 150 poemas y luego una novela policíaca la cual todavía guardo en un cajón.
Pero eso es parte del pasado. Hoy tengo la gran satisfacción de escribir para ustedes y, además, la oportunidad de expresar mis más profundas inquietudes y emociones, haciendo lo que amo. En la vida nunca nada se hace tarde porque los tiempos de Dios son perfectos.
Agradecimientos a mis padres por traerme a este mundo maravilloso y por haber forjado la voluntad y el carácter del ser humano que soy. Así como a mi compañera de vida, a mis dos hijos preciosos y a mi suegra que a pesar de no entender ni papa el español, desde el primer día estuvo dándome ánimo con su interés en todo momento por lo que estaba escribiendo, pues algún día espera leerlo en finlandés. A mis hermanas que se comportaron como verdaderas leonas para defenderme cuando me metía en problemas desde niño, sobre todo la mayor. A mi ex que me sacó de Cuba y me dio un hijo precioso y con la cual mantengo una magnífica relación de amistad. Y por último a Letrame por confiar en mí y tener tanta paciencia para atender todas las pequeñeces de este personaje quisquilloso y gruñón que soy yo. A todos muchísimas gracias.