Autor

Madrileña del 88, defensora de las causas perdidas y justiciera desde bien pequeña. Creativa e inquieta, vividora de intensidad. Soy incapaz de concebir la vida sin música y sin naturaleza. Amante de los animales y de las personas que hablan las cosas y van de frente. Adoro invertir tiempo en mi familia y amigos. Resiliente y empática, intento tratar a los demás como me gustaría que lo hicieran conmigo. Soy una loca de la fotografía, el cine y el teatro. Si me ves varios días sin cantar, algo debe de pasarme. Me chiflan las bibliotecas, las librerías y las papelerías (¡qué peligro tengo!), la decoración y, sobre todo, los lugares abandonados. Escribo como una acepción más del verbo respirar. Soy más consciente de lo que me gustaría, de que la vida son dos días, y me niego a resignarme a no ser feliz. Tengo la estúpida ilusión de que algún día el mundo sea más humano y de que se me cumplan un par de sueños que llevo arrastrando varios años.  Si estás leyendo esto, tienes entre las manos un corazón abierto: con todas sus sonrisas, todas sus tiritas y sus vértigos… sé consciente, trata de vibrar.

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