«El médico le dijo a mi madre, cuando yo era chica, que crecería hasta los 20 años. Qué hijoputa… Si pudiera recordar quién fue, le daría una paliza con mis tacones favoritos. Buenos días a todos y besitos nollegoalaestantería en los ojos». El día a día de esta maestra, narrado desde su tontuno punto de vista, te enseñará que valorar lo absurdo es el mejor camino para vivir feliz. Más besitos en los ojos es la continuación del diario comenzado en Buenas noches y besitos en los ojos, esta vez más íntimo, gamberro y vergonzosamente más ilustrado. Ahonda en su memo pensar. Comprenderás por qué no es ningún drama que te caiga un reloj de pared en la frente, que tu marido y tus hijos se pillen la varicela en verano o que te hablen las galletas de chocolate.