Hay veces que no hay una respuesta, que no hay nada que decir, que el alma se rompe en mil pedazos y las palabras se quedan perdidas en los escondites de la memoria. Ada no es un Hada y su mundo es como el tuyo, pero está lleno de elefantes, brujas y personas que llenan su vida de magia, de amor y de lugares donde sentirse a salvo. La fragilidad de cada instante, de los minutos que se pierden en los «¿te acuerdas cuando?». La vida se escapa de entre los dedos y aparece cuando vuelve a ver Memorias de África o recuerda su risa. El mundo gira sobre sí mismo, alrededor del sol, se mueve en el universo, mientras Ada va recogiendo las fotos de su vida, dándoles un nuevo lugar y aprendiendo a vivir, desde hoy, hasta donde su amor le lleve.