ISBN: 9791370126537
SINOPSIS
Novela ambientada especialmente en el sur de España y en las aguas del Estrecho de Gibraltar, tres Antonio Quiñones son sus personajes, aventureros pertenecientes a distintas épocas, en las que cada uno de ellos parece ser en cierto modo la reencarnación del anterior. Los tres nacidos junto al Estrecho y unidos por el vínculo de la sangre, tienen en común sus formas de vida, agitadas y peligrosas. Al primero de ellos, venido al mundo en la cara este del Peñón de Gibraltar, en la Caleta o Playa de los Catalanes, maestro en el arte de fabricar la pólvora, le apodaron por ello «el Alchimista», quien después de una azarosa vida como corsario y como pirata acabó sus días en un monasterio en la isla de Malta, en las postrimerías del siglo XIX. El segundo de la saga, su nieto, truhán, bebedor y contrabandista, apodado «el Chimista», conoció a don Pío Baroja en el viaje que este hizo a principios del siglo XX por el sur, quien, según el relato, figuradamente tomó prestadas las aventuras y apodos de ambos
Antonio Quiñones para crear el personaje de sus novelas Los pilotos de altura y La estrella del capitán Chimista.
Pero el leitmotiv de la narración lo constituyen el tráfico de drogas en la zona y las conductas de los narcotraficantes, siendo el último de los Quiñones, tataranieto del primero de ellos, el contrabandista de tabaco y piloto de narcolanchas que leía a Pío Baroja, también apodado «Chimista», quien en su madurez encarga a un amigo de la niñez escribir un libro sobre su vida y la de sus antepasados.
ISBN: 9791370126537
Título: El narco que leía a Pío Baroja
Fecha: 2025
Páginas: 287
SINOPSIS
Novela ambientada especialmente en el sur de España y en las aguas del Estrecho de Gibraltar, tres Antonio Quiñones son sus personajes, aventureros pertenecientes a distintas épocas, en las que cada uno de ellos parece ser en cierto modo la reencarnación del anterior. Los tres nacidos junto al Estrecho y unidos por el vínculo de la sangre, tienen en común sus formas de vida, agitadas y peligrosas. Al primero de ellos, venido al mundo en la cara este del Peñón de Gibraltar, en la Caleta o Playa de los Catalanes, maestro en el arte de fabricar la pólvora, le apodaron por ello «el Alchimista», quien después de una azarosa vida como corsario y como pirata acabó sus días en un monasterio en la isla de Malta, en las postrimerías del siglo XIX. El segundo de la saga, su nieto, truhán, bebedor y contrabandista, apodado «el Chimista», conoció a don Pío Baroja en el viaje que este hizo a principios del siglo XX por el sur, quien, según el relato, figuradamente tomó prestadas las aventuras y apodos de ambos
Antonio Quiñones para crear el personaje de sus novelas Los pilotos de altura y La estrella del capitán Chimista.
Pero el leitmotiv de la narración lo constituyen el tráfico de drogas en la zona y las conductas de los narcotraficantes, siendo el último de los Quiñones, tataranieto del primero de ellos, el contrabandista de tabaco y piloto de narcolanchas que leía a Pío Baroja, también apodado «Chimista», quien en su madurez encarga a un amigo de la niñez escribir un libro sobre su vida y la de sus antepasados.