El Centro es la metáfora del funcionamiento de la maquinaria del Poder sobre los humanos, y a la vez, de cómo éstos se relacionan bajo la premisa de sus micro poderes. Como dice el texto: “Desde la entrada se percibe que en el interior del Centro hay violencia”. ¿No nos recuerda esto a nuestra realidad cotidiana, ya sea en el trabajo, con las amistades, con los amantes, con los hijos e hijas o entre países? La violencia regidora del mundo, de nuestro mundo. Mundo que es otro de los significados de la metáfora. Pero el texto narrativo es también la explicitación, literaria eso sí, de la planificación de dicha violencia, que hacia el final de la narración toma tintes de novela negra, en el sentido en que se producen crímenes o muertes simbólicas, todo ello bajo la vigilancia del personaje del Supervisor, sinónimo del Poder que destruye, como de la Esfinge, elemento mítico que recoge la posibilidad de salvación del género humano.
