Mi nombre es Rubén Núñez Besteiro, y nací en Madrid.
Mi crie desde pequeño en el barrio de Lavapiés, hasta cuando nació mi hermana que nos mudamos al barrio de la Arganzuela.
Siempre fui muy activo y nervioso desde pequeño, mi familia solía llamarme rabo de lagartija porque no paraba quieto, liando algún que otro problema.
En lo deportivo siempre me gusto hacer ejercicio, sobre todo montar en bici y jugar al futbol. El futbol me encantaba a parte del juego en si, por pasar tiempo con amigos y disfrutar el tiempo.
También hacia natación ya que tenia una pequeña malformación en la caja torácica y me venia bien para mejorar mis capacidad pulmonar y fortalecer toda la musculatura del tórax.
Estudié diversos estudios superiores, y empecé trabajando en el mundo de la automoción. Lo pasaba bien, era un trabajo ameno y divertido, pero no terminaba de satisfacerme. Durante esa época también deje de lado de manera considerable la practica deportiva, salvo momentos puntuales, y entre en una dinámica de dejarme llevar por la corriente de ir a trabajar y gastar cada fin de semana lo que ganaba. Imagino que son etapas que toda persona debe experimentar a lo largo de su vida, algunos mas cortas, otros mas largas, y otros las seguirán manteniendo.
Yo sentía que no era feliz, me sentía vacío, sin propósito, en una caída constante dentro de un pozo que no parecía tener fin.
Tome la decisión de que debía cambiar, de que debía buscar una salida a esta situación. Cambié de profesión, decidí volver a formarme, y volver a hacer lo que siempre me había dado momentos felices, el deporte.
En ese momento descubrí el taekwondo, y desde entonces hasta hoy sigo ligado a él. Gracias a ese paso conseguí encontrar un camino para desarrollarme, un propósito, una pasión diaria para levantarme.
Espero que a través de mi experiencia pueda ayudar o inspirar a los demás a que no se desanimen en la búsqueda de sus sueños, que no renuncien a lo que les apasiona y se sienten completos al realizarlo. Merece mas la pena vivir un camino en el que te sientes libre e identificado, a vivir lleno de comodidades dentro de una corriente común.