Aunque a temprana edad mis pasos parecían estar encaminados hacia el ámbito de la educación infantil, pues me apasiona todo lo que tiene que ver con la infancia y lo lúdico, la vida que es sabia «me regaló» en plena adolescencia una etapa de declive o crisis personal donde el vacío existencial y el sinsentido me acompañaron por años. Fue gracias a esta experiencia que empiezo a profundizar más en el sentido de la vida y se me plantea la oportunidad de realizar un cambio radical donde decido abandonar todo: mi provincia natal, mis estudios universitarios, y agarro las maletas y me mudo a vivir a Madrid como guiada desde el alma. Una vez allí empiezo a frecuentar entornos de crecimiento personal y espiritual a la par que círculos de expresión artística realizando múltiples cursos o seminarios, y entre ambas corrientes siento que la existencia empieza a cobrar sentido; empiezo a encontrar propósito y gracias a él, pasión por la vida.
Creo firmemente que tanto la Conciencia como el arte me han salvado la vida de alguna manera y ahora siento el impulso de compartir «mi medicina» con el mundo.