Rodrigo-Paz-Arcos

Autor

Rodrigo Paz Arcos

Rodrigo Paz Arcos nació en Pontevedra el 4 de octubre de 1941. En Mosteiro, Meis. Con un par de meses sus padres lo llevaron con ellos a Besomaño, en Ribadumia; no distante más de 4 Km. Allí se crió, fue a la escuela, donde destacó como estudiante; igual se enamoraba de los números que de las letras. Desde que supo leer se aplicó a los libros y esa costumbre nunca la dejó; trataba de aprender correctamente el idioma, por eso, según iba leyendo, apuntaba en una libreta todas las palabras que no entendía para consultarlas despues en el diccionario básico que le había pedido a sus padres. Con doce años empezó a escribir algún pareado y pequeños poemas, de los que solo conserva uno, los demás los ha desestimado. Asimismo, lo que más le gustaba era la aritmética y la geometría; disfrutaba haciendo aquellos problemas de regla de tres simple, compuesta e inversa, y midiendo superficies, que luego practicaba en la huerta construyendo a escala edificios en miniatura que levantaba con pequeñas piedras y barro, con pedazos de madera o de alambre y terminados con tierra amasada como cubierta. Se preocupaba mucho de la caligrafía y ortografía. Dominaba los quebrados y la raiz cuadrada. Al terminar, con 14 años, estudió por libre Cálculo Mercantil y despues aquella pesada Contabilidad por partida doble. Era el momento que estaba enamorado de los números. Despues de pasar por el servicio militar donde por primera vez escribió a máquina, sirviéndose de una muy obsoleta, cuando alcanzó la categoría de cabo furriel. Al cumplir emigró a Ämsterdam. Donde hacía su jornada laboral y por la noche asistía a un laboratorio de lenguas para aprender el Holandés, lengua harto complicada. Escribió con éxito una página en una revista mensual del Centro Español de Ámsterdam, donde acabó siendo presidente. Llegó a ser funcionario Público como Técnico de Laboratorio en Bacteriología. Pero la morriña gallega lo devolvió a España en 1976, se enfrascó en negocios que la robaban todo el tiempo y con mucho pesar, dejó sus aficiones a un lado. Pero cada vez que podía escribía una poesía… Leía un libro… redactaba un cuento… hacía una letra de canción… Hasta que se jubiló y tomó nuevamente las riendas de su hobby: leer y escribir. Este es su primer libro que publica y ya tiene otros esperando…si la vida se lo permite.

Ha escrito …