Autor

A punto de mis treinta y seis, me licencié en Psicología porque necesitaba entender el caos de mi cabeza y actualmente miro los abismos de la vida como fortuitos encuentros conmigo misma. Estoy convencida que la vida te da segundas oportunidades cuando decides que ser valiente es la única opción.

He aprendido que haciéndome respetar voy más despacio pero llego más lejos. Que no hay amor como el de una madre, el helado de leche merengada y, el vino, blanco por favor.

He soñado con rascacielos pero me quedo con lo terrenal, no se coser, tampoco quiero aprender. No hay mejor definición de mí que las personas que yo elijo que se queden, amo con todas mis ganas y me marcho sin hacer ruido. Soy del mar y no me conformo, siempre tengo algo que decir y sé que nací demasiado pronto para este mundo que va tan lento.

5/5
Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on pinterest
Share on whatsapp