Monseñor Luis Vella nació en Victoria, Gozo, Malta. Escribió páginas de asombrosa vivacidad, unción y profundidad (sin siquiera suponerlo) que brillan como una luz singular y única que añade una tonalidad de gloria a la Iglesia Católica. Tres papas lo honraron: León XIII con la medalla «Pro Ecclesia et Pontifice», de oro y piedras preciosas; San Pío X con una propuesta (no aceptada) de fungir como obispo coadjutor del obispo de Malta; Pío XI con la Cruz de Plata «Benemerenti». A su muerte vio al mismo Jesucristo junto con San Pedro Julián Eymard. Abierta su tumba en 1932, se lo encontró incorrupto. Registráronse más de trescientas gracias obtenidas por su intercesión.
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