Autor

Miguel Ángel Oliván siempre dice: nacer el verano de 1974 en Zaragoza y crecer allí, en unos años ochenta en plena explosión cultural, son motivos más que suficientes para sentirse orgulloso de sus orígenes.

Proveniente de una familia humilde, y sin haber cursado estudios de gran enjundia, Miguel tiene en su experiencia en la vida, con la que tuvo que luchar muy fuerte para que esta no acabase devorándole, su mejor arma retórica.

No ha sido sino a raíz de los ánimos de sus amigos, y de gente muy cercana a él, cuando ha decidido por fin publicar su primera novela: Solo los peces muertos siguen la corriente; en la que hace gala de un estilo directo, de un diálogo espontáneo y de un erotismo casual, que son sus señas de identidad literarias.

5/5
Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on pinterest
Share on whatsapp