Me llamo Isabel y soy extremeña de corazón y de raíces. Aprendí a cocinar observando, oliendo, escuchando canciones entre cazuelas y viendo a mi madre ser feliz entre los fogones.
No soy chef ni escritora, pero en mi memoria guardo una enciclopedia de sabores, momentos y valores transmitidos a fuego lento, como se cocinaba en casa.
Este libro es mi forma de decir «gracias», de inmortalizar lo que no quiero que se borre: la historia de una mujer valiente, mi madre, y de tantas mujeres de su tiempo. Su memoria, su recuerdo, su paso en este mundo, que a veces se desdibuja pero nunca se olvida.
Que cada receta os lleve también a casa.
