Luis Sanchidrián Velayos nació en 1959 en Cardeñosa, Ávila.
La vida le ha dado la oportunidad de pasar por experiencias distintas y de convivir con numerosas personas que lo han enriquecido.
Desde niño, gracias a una formación que no estaba al alcance de todos, disfrutó de la compañía de los libros. En ellos encontró un acicate a su imaginación que le sirvió de liberación de situaciones oprimentes en muchas ocasiones. Admiró la belleza de las palabras y su versatilidad para expresar sentimientos, desarrollar conceptos o crear historias maravillosas. A través de la lectura conoció las distintas civilizaciones y su forma de estar en el mundo; las miserias y genialidades de los seres humanos; la maldad y la generosidad de las almas…
La escritura, aliada de la débil memoria, fue compañera también desde la niñez. Siempre escribió en su diario puerilidades, o certificó experiencias que merecían entresacarse del devenir rutinario, o sentimientos que no deseaba que fueran sepultados por otras emociones de más intensidad. Con la escritura anheló deseos imposibles de alcanzar, maldijo a aquellos que merecían una dura condena, envidió los éxitos de los demás, se compadeció de los que sufrían o eran fustigados sin razón, se sobrecogió con la sencillez de la bondad… La escritura le ha servido para vivir con más intensidad.
En la actualidad, alterna la creación con la recuperación de obras de su juventud, como es la novela que se presenta, escrita hace más de treinta años.