Aquí, supuestamente, debería hablar un poco de mí. Debería decir que nací un 10 de febrero de 2005, y que me encanta escribir. De hecho, escribir me ha salvado en muchas ocasiones.
Y es verdad. Siempre he encontrado las palabras idóneas para cada momento. Siempre, menos cuando hablaba de mí. Cuando se trata de alguien más, las palabras se escapan del bolígrafo para grabarse en el papel. Entonces, ¿por qué me resulta tan difícil hablar sobre mí?
Porque siempre he sido aquello que todos han querido que fuese. Porque me han reprimido tantas veces, que el miedo ya formaba parte de mí. Pero aquí os hago un adelanto: ya no tengo miedo.