Las biografías hablan de en qué gastamos nuestro tiempo y tratamos de describirnos a través de lo que hacemos. Yo pienso que eso es un ejercicio de nuestro ego que se ha generalizado. Así que contamos nuestra vida a mi parecer desde una sola perspectiva.
Muchas cosas acompañan mi día a día me hacen muy feliz: mi compañera, mis hijos, mis mascotas y mis amigos, por lo que vivo muy agradecido.
Como es cierto que lo único definitivo en la vida es el movimiento y el cambio, he sido feliz con muchas cosas, algunas de ellas contradictorias entre sí pero en diferentes momentos: fui feliz dibujando, escuchando música y cocinando
Hasta que un día descubrí mi resonancia y sincronía con el Buda, el maestro de la compasión, y decidí iniciar a recorrer su camino. Ahí aprendí el valor de la libertad, de ser libres en nuestro actuar y pensar. Y me hizo feliz, ya no por un momento, sino para toda la vida.
