Antropóloga, docente, escritora, cronopia, marinálida perdida, como ella misma, entre bromas, suele definirse. Gloria Cabrera (Ingenio, 1969) ha publicado, entre otros trabajos académicos, Los hombres y las mujeres de la mar. Isla de La Graciosa (2007) y La miseria del oro blanco (2011), sendos libros de corte antropológico sobre la realidad de poblaciones humildes de pescadores con las que tuvo la oportunidad de convivir durante sus trabajos de campo etnográficos.
Los cantos del Desencanto (y otros anti-versos), fruto de su actividad poética en los últimos años, —en su mayor parte aún inédita—, es el primero de sus poemarios en publicarse. Hablamos de una obra también de corte social en la que la autora nos habla, desde otras perspectivas, del mismo amor, de la misma lucha, de la misma necesidad —en la que cree— de sincerarnos y abrirnos hacia quienes nos rodean como único modo de revertir la crisis y la miseria que, cotidianamente, nos asfixia en los tiempos que corren. A veces, con ironía y con humor; otras ,con dolor y sarcasmo. Pero con optimismo siempre de fondo pues, como recoge en uno de sus poemas, ella alberga «Un sueño descalzo disfrazado de hormiga que no huye de la lluvia: desorganizar la muerte».
Las excelentes fotografías del artista vasco Joseba Barrenetxea, con las que los versos de este libro se ilustran, constituyen una dosis de poesía visual extra para el goce de, como decía Eduardo Galeano, «Todos esos maravillosos seres sentipensantes de este mundo», a quienes, sin duda con todo el amor, va dirigida la obra.