Francisco Molero Pérez. Nací en Granada, de eso hace ya mucho tiempo, pero como si fuera ayer (10-05-1957).
Me trasladé a Barcelona en los años 60, con toda mi familia. Mi padre buscaba un futuro laboral y una perspectiva más halagüeña para sus seis hijos de la que él tuvo en nuestra tierra.
Y parece que el tiempo le dio la razón.
Trabajé de casi todo en mi infancia y adolescencia. Estudié Medicina y me licencié. Logré hacer la especialidad de Pediatría como residente en un hospital de Barcelona y la conseguí. Por el camino también hice alguna Diplomatura Universitaria (eso que ahora se llama Master y que para algunos es muy fácil de conseguir, entonces no lo era). Oposité al ICS (Institut Català de Salut) por una plaza de Pediatra de Atención Primaria y ahí trabajo. Sí, el tiempo le dio la razón a mi padre.
Mi afición a la historia, al arte de perder el tiempo pensando y a las clase de gramática de mi maestro don Segundo me animaron a escribir algunas cosas, pero sobre todo a leer.
He escrito algunos cuentos cortos que se publicaron en revistas de ámbito interno del ICS. También me atreví a publicar una pequeña novela editada en 1997 por la Editorial Carena de Barcelona. Una sombra cercana se llama. Aunque le perdí la pista.
Y, ahora, me atrevo con esta pequeña historia, El niño saharaui, cuyo argumento es no echar en el olvido la cuestión del Sahara. Quien olvida su historia tiene el riesgo de meter la pata otra vez. Y así nos luce el pelo.