Dror Kfir emprende desde muy joven el desafío de romper las ataduras que le impedían ser él mismo y saliendo de su kibutz en Israel inicia una aventura viajando por varios países de Europa y Suramérica, encontrando en cada experiencia una historia de vida que él guarda en su memoria, narrándola en su diario de viajero, recogiendo momentos alegres y también dramáticos de gran carga emocional, en donde siempre hay un aprendizaje que forja el carácter de quien hoy es un hombre con éxito en varios de los emprendimientos que ha sacado adelante.
