La verdad es que no me gusta mucho hablar de mí, pero me lo pide la Editorial y comprendo que son gajes del oficio. Vamos allá.
Nací en Sevilla en 1948, hija de madre sevillana y padre montañés, de Comillas para más señas. Me siento tan sevillana como montañesa, que no cántabra. Soy la menor de cuatro hermanos . En 1973, me casé con un señor, al cual le encanta el anonimato en estos quehaceres míos y, por eso, voy a silenciar su nombre. He tenido tres hijos varones y, hoy día, tengo dos nueras fantásticas y seis nietos de locura.
Estudié y me eduque, que no es lo mismo, en el Colegio de las Irlandesas en Sevilla.
Tengo buenos recuerdos de mi colegio y tengo buenas amigas de esos años.
Estudié letras porque las ciencias no estaban hechas para mí . Fui muy buena estudiante, pero no quise ir a la Universidad. Dada mi facilidad para los idiomas, me dediqué a ellos y, al mismo tiempo que recibía clases, yo las impartía y me ganaba unos buenos dinerillos.
He sido emprendedora; casi siempre he tenido algún negociete entre manos. Tuve una tienda, colaboré en política en los primeros años de la democracia, he vendido muchas cosas, he escrito mucho para mí antes de esta aventura.
Aunque no es un plus hoy día, sino todo lo contrario, tengo que declarar que soy católica practicante y…que no soy políticamente muy correcta.
En el próximo libro, os contaré más de mi vida.
Muchas gracias por leerme.
