Siempre me he sentido diferente al resto, empecé a escribir porque sentía la necesidad de relatar mis propias experiencias cuándo la inspiración tocaba la puerta.
Jamás llegué a pensar que llegaría a publicar mi primer libro, pero la vida es sabia y sabe elegir los momentos idóneos.
Navegando en un mar a la deriva, dentro de pandemias, confinamientos y mares revueltos, he conseguido sobrevivir y quitar el polvo del baúl que, guardado con llave, aguardada todo mi tesoro interior con mucho recelo.
Una niña bondadosa, adolescente siempre, adulta ante la adversidad. Una soñadora.
Carrión de los Céspedes, Sevilla 1986.