El primer encuentro de Alejandro con la Poesía se dio lugar cuando tenía 15 años y desde entonces su relación con los versos ha estado fragmentada entre momentos voraces de creación, así como de un silencio que durante años apagaron su relación con la primavera, las estrellas y la melancolía. Hoy, a sus casi 41 años, decide nuevamente lanzarse a la aventura literaria y reencontrarse con la Poesía como si fuese un viejo amor y publicar su segundo libro de una serie de poemas recopilados por años, así como de otros que vieron la luz en plena pandemia. Alejandro, un amigo como pocos, un padre y esposo amoroso, profesional en Comunicación y con una Maestría e hijo de Padres Militares ha entendido que, nunca, nunca, a pesar de la distancia misma, su relación inquebrantable con la poesía, el amor y desamor se irá de sus manos.