Tengo tanto que decir… Rápido que el tiempo se va… Y la noche avanza… Todos duermen, las paredes callan. En el silencio de la habitación, las palabras hablan… Sentimientos sentenciados a morir… Callados por miedo al ridículo… O a la incomprensión de la mente de algún depravado, que no entiende el lenguaje de un poeta enamorado. Deja que mi alma se exprese, tal como es, sin tapujos, sin condicionamientos… Soy vida brotando…