Mi nombre es Irulú Labarca. A los 22 años abrí mi primer negocio. Fui docente universitaria por 15 años de dos cátedras electivas de emprendimiento, que tuve la fortuna de fundar. Siendo profesora universitaria me gradué como Magister en Ingeniería Industrial en la Universidad del Táchira, Venezuela, y como Doctora en Cooperación y Desarrollo en la Universidad de Málaga, España. En este lapso de tiempo llevé a cabo varias actividades comerciales informales e hice alguna que otra inversión inmobiliaria. En 2016 decidí migrar a Colombia como empresaria, razón por la que compré la franquicia master para Colombia (responsable de la venta y el soporte a franquiciados en todo el país) de una academia de idiomas española para niños. Simultáneamente, seguía ejerciendo como CEO de un emprendimiento de consultas online de psicología (una empresa que iniciamos mi hermana y yo antes de mudarme a Colombia). Estando en Colombia, invertí como accionista en dos empresas más que, lamentablemente, no tuvieron éxito. Hoy en día continúo como franquiciada Master de WikiUp para Colombia y Ecuador, sigo al frente de E-xperts (plataforma de consultas online) y hace un par de años comenzamos una empresa que vende productos de belleza a través de Amazon USA (Globall). También soy presidente de una ONG de apoyo a emprendedores venezolanos en Medellín (Emprecolven). Estoy consciente que de estas cuatro iniciativas quizás no todas sobrevivan —a pesar del tiempo y dedicación que he puesto en ellas—, ya que sigo en ese proceso de depurar todo lo que hago en base a mi Propósito. Lo que puedo decirte hasta ahora es que el camino como empresaria no ha sido fácil, he tenido varias caídas, pero me he levantado y, lo más importante, he aprendido mucho de mis errores. Gracias a ellos, hoy en día tengo mucho que compartir contigo, desde mi propio aprendizaje y producto de ¡las experiencias vividas! Este libro nace de haber entendido que si inicio un negocio por el que no siento verdadera pasión —y lo hago sólo por la necesidad de generar un ingreso— las posibilidades de éxito se reducen considerablemente, ya que emprender es una actividad altamente retadora que va a requerir de todo tu compromiso, esfuerzo, energía positiva y perseverancia, los cuales serán difíciles de mantener si no sientes un auténtico entusiasmo por esa actividad empresarial, la cual, por el contrario, debería hacerte levantar cada mañana con una sonrisa en tu rostro. Que logremos esto juntos es mi mayor reto.
