Francisco Estévez pasa los primeros 19 años de su vida en Galicia, España, mágica tierra que infunde en su espíritu un profundo amor por el mar y una marcada tendencia a la introspección. Finalizando su adolescencia, descubre en las artes marciales un sendero que le permite canalizar sin conflicto interno sus inquietudes de superación y autodescubrimiento. Desde que parte de Galicia, y como miembro del Servicio Exterior de España, no pierde la oportunidad de permanecer en la senda marcial, practicando en dojos de Europa, Asia, Norteamérica, Centroamérica y África. Durante sus destinos profesionales en San José de Costa Rica y, seguidamente, en Managua, abre sendos dojos de karate-do en los que imparte clases durante los cinco años que cada una de dichas misiones abarcaron.
En 2002 recibió el rango de 4º Dan en Shotokan Karate-Do de quien fuera su maestro durante su primera estancia en Japón, Hirokazu Kanazawa, con quien nunca había perdido contacto y con cuya filosofía se ha sentido siempre identificado. En 2016 es destinado por segunda vez a Tokio, donde reside hoy día compaginando su trabajo con la práctica de karate-do. A diferencia del pasado, actualmente no forma parte de asociación o federación marcial de ningún país.
A lo largo de los años ha escrito artículos para la revista española Más allá de la ciencia (1995-1998), así como para las revistas británicas Fighting Arts International y Shotokan Karate Magazine.