Julio Sánchez Pérez. Nací en Barcelona un 7 de octubre de 1953. No fui al colegio. A los 8 años, ya trabajaba en un supermercado. Me inicié al consumo del alcohol a los 13 años y aunque solo me emborraché una vez—con 17 años en una verbena—, ya era alcohólico. Lo dejé hace ya 30 años. Pretendo desmitificar la imagen que se tiene del alcohólico como aquel que está tirado en la calle, como la de un vagabundo o un indigente. Como la de alguien que se va cayendo por la calle. Esto no es así. Mi experiencia me dice que el alcohólico es una persona de cara a la calle normal, pero en su casa, un infierno.