Fotografía-

Autor

Jorbin Pineda

Soy nicaragüense, por gracia de Dios, farmacéutico de profesión y poeta por necesidad.

En cada verso intento reconciliarme con la nostalgia y conmigo mismo, porque descubrí que hay heridas que no se curan con medicamentos, sino con palabras. Mi abuela Gilma me contó que su hermano, Rodolfo Silva —padre del poeta Erwin Silva—, escribía canciones y poemas, ella dice que de ahí me viene el alma de poeta. Y yo quiero creer que es verdad.

No tengo mucho más que contar sobre mí.

Nací el 7 de junio de 1999 en Jinotepe, me crié en Rancho Grande, Matagalpa. Llevo al cuello una medalla de San Benito, con las oraciones de mi madre y los consejos de mi padre. Creo en la palabra como refugio, como espejo y como trinchera.

Ha escrito …