Hombre-Icono

Autor

Mario Martín Azabal

Tras su primera obra Siempre queda una esperanza, Mario descubrió en las letras un mundo idílico, y han sido sus lectores quienes han hecho que se viera motivado a publicar la segunda entrega. Gracias a los vecinos de Sancti-Spíritus y alrededores, las letras se han convertido —más si cabe— en una pieza fundamental en la vida del joven, ahora más como escritor que como lector. Para él esto es solo el comienzo de un largo viaje, en el que espera verse tan bien arropado siempre, y en el que desea que se vaya uniendo cada vez más gente a su comunidad lectora.

Ha escrito …