Nace, Raúl Ávila Cruz, en el Madrid del estraperlo y las cartillas de racionamiento, recién acabada la II Guerra Mundial. En las radios hogareñas se escucha aún Lili Marleen, El cóndor pasa y Jinetes en el cielo. Concha Piquer, Antonio Machín y Pepe Blanco aportan el toque nacional. Estábamos finalizando el año de 1945, y se juzgaba en Nüremberg por crímenes de guerra a los jerarcas nazis que originaron el mayor holocausto mundial.
Estudios y demás zarandajas…, como los de cualquier niño en la España triste y gris de la época. Tira el autor por el camino de los números que han de marcar su primera etapa laboral, destacada por el conocimiento de un personaje sublime como el Ilmo. José Luis Sampedro Sáez.
Botones, para la galería, informático en la Prehistoria, enseñante de gaznápiros talluditos y… experto en gestión de empresas.
Hasta la llegada al mundo de la Comunicación donde monta, rodeado de grandes profesionales, una Escuela de Artes Audiovisuales que resulta un referente en la zona sur de Madrid.
Allí descubre su pasión por la literatura y ya no se separa de ella hasta la fecha de hoy.
Guionista cinematográfico de un largo sobre La historia final del Temple y la parte novelada con los siguientes títulos:
Encuentros en la Tercera Generación (3 ediciones)
Tragedia en el pantano y otros relatos
Mi puta circunstancia (Malheureuse Versailles)
¡Abu, te quiero! (¡Abu, J´t´m) Segunda parte de Encuentros.
Vejez divino tesoro (en preparación)
Esta es la biografía de un escritor de reciente cuño, pero de ya prolongada vida.
¡Dios salve al rey! pero que procure alejarlo, junto a su familia, lo más posible de mi vida. Le estaría enormemente agradecido de por siempre.